miércoles, 18 de febrero de 2015

Zoofilia gay

Recuerdo mi sol, esa niña que me saca la sonrisa sin proponérselo, pero que linda es! También esta mi osito y su novia, que anda mosqueada con el, pero seguro que de aquí a un rato se arreglan. Había tantas cámaras que no pude resistirme a la tentación de hacerme una foto con él. Porque él también estaba por allí. Recuerdo las despedidas, los besos, el “ya te llamaré en nochebuena” y todas esas cosas que se dicen, pero sin duda lo mejor fue volver a casa con los míos. ¡Que navidades! Si, si, mucho trabajo en el campo, pero eso es lo de menos. Me gusta que estemos todos juntos. Algo pasa, todo se difumina, parece que el viajecito intra-recuerdos se Zoofilia gay. Oigo voces. Me están empujando!!

- Cariño… Cariño… Despierta…- susurraba dulcemente mi madre, a los pies de mi cama – Te has quedado dormido con la luz encendida.
- Vale…- dije yo, medio dormido todavía, dejando hacer a mi madre.
- Suelta el libro y túmbate del todo, para que pueda arroparte.
- Gracias mami – dije yo, mientras me entregaba del todo al sueño.

http://www.zoofiliagay.net/

Una vez oí que si al recordar un año este no te hacia reír o llorar, no había servido para nada. Dicho esto, puedo decir que reí siempre, que lloré cuando no pude más, que quise con el alma, que perdoné y fui perdonado y quise y fue querido, pero ante todo puedo decir, sin miedo a equivocarme, que disfruté.

Un abrazo enorme desde el fondo del océano

No hay comentarios:

Publicar un comentario