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No es fácil, lo sé, aun así pido siempre a mis maestros-alumnos que sean capaces de pensar, de plantear abanicos de posibilidades, dando a los alumnos herramientas para tomar decisiones informadas, con criterio, con conocimiento de causa. De ahí la necesidad de tener profesores que no crean nada y se lo crean todo, que duden y a la vez intenten clarificar día a día sus ideas para intentar dar respuestas para nada concluyentes y cerradas  en el día a día de las aulas.

Si las escuelas están abiertas, si las escuelas Musica gratis con lo que les rodea, escuchando a su gente, a los que hacen pan con vocación, libros con criterio, arreglan coches con esmero, hacen comidas con cariño, teatro con pasión y hacen pasteles con profesionalidad quizá algún día logremos que nuestros alumnos encuentren el camino, no el que les marcan los padres, los maestros, los vecinos, los parientes o el destino, sino el suyo propio, el que serán capaces de tomar después de haberles enseñado a observar con meticulosidad y a decidir por ellos leer mas.

Llevo tiempo, demasiado quizá, ahondando en estos pensamientos. Hay cursos en los que soy capaz de transmitirlos con más pasión que otros. Siempre intento buscar formas distintas para trasladar el mensaje. Actividades y contenidos innovadores que cuestionen lo que hacemos sin debilidades, sin miedos a perder esos poderes terrenales que tenemos en esta tierra y cuando me ahogo, simplemente me encierro en mis sueños y sonrío ida, ante propuestas conservadoras, ante miradas inertes, vacías o miradas mezquinas de aquellos que por miedo a perder esas mini parcelas se aferran a los deseos del dinero y del poder, fieles súbditos de los deseos de la sociedad de consumo, la que de momento, si no nos revelamos en contra, nos hundiremos de mierda con ella.

Todavía tengo cosas en el buche y la verdad es que me sienta bien vaciarlo. No sé si continuaré o perderé la mirada y será cuando mis hijas me digan: “Mamá ya estás en “TUlandia”” y es que ellas saben, porque las hice muy libres aunque muy mías sin querer, cuando me enredo en mis sueños…

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Gmail crear cuenta

Me pides que exprese mis deseos y me quedo muda, sin poder hablar. Cuando me sereno pienso que pediría cosas sencillas... tan sencillas como poder bailar un vals al Gmail crear cuenta  de la mar...
También otras cosas no tan sencillas, como presencia; te pediría verdad y algo de esfuerzo para entender al otro aunque a veces suele costar.

Te pediría un abrazo, un silencio y el lenguaje de los ojos, de las manos, más allá de las palabras. Y me dejaría ir, contigo, si entendías mis deseos, a tu lado, sin dormir.
Te ofrecería lo mismo y quizá más porque no me gusta pedir lo que no puedo dar. Despacio todo, con mucha conciencia, paciencia, profundidad y Crear cuenta gmail.

Tengo una mezcla de sentimientos confusos, dispersos después de dos días intensos... de muchos fragmentos. Y pensando cómo las palabras que están dentro, fluyen por motivos diversos. A veces la impotencia, el dolor, la desesperación o la rabia impulsan esta necesidad de expresión. Otras es la “felicidad” que a veces se confunde con el bienestar, incluso con la estupidez y a mí me parece equilibrio, serenidad  ese estado que me deja expresar sin miedo, con auto-convencimiento todo aquello que tengo dentro.

La lluvia y el viento limpian el cielo y entonces siento como todos mis poros también se oxigenan, se renuevan por fuera y por aqui...
Así estaba el cielo ayer, tan limpio tan intenso que parecía un mágico evento. Tenía ganas de atravesarlo. Imaginaba un papel de seda azul, diáfano, tenso, brillante con un sol radiante detrás. Rasgarlo parece fácil, sin embargo, cuando lo intento, con mi puño y mi brazo extendido, con pulso, potente, todos los sueños se desvanecen... en un instante.

...me entretuve a mirar el mar, ese mar que tengo tan cerca y hoy estaba sorprendentemente revuelto, como un gran pastel de limón con merengue flotante y en constante movimiento. Un placer para la vista, también para el oído, el tacto y el olfato. Eso en mi pueblo y cerquita de casa, pero hacia el trabajo, camino del aeropuerto, esta mañana, estaba todo encharcado, gris, feo... Me mojé los pantalones, los zapatos, los calcetines... Llegué a casa como un pollito mojado y me tuve que mudar de arriba abajo!

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Animal de compañía

Escribo hoy sin un orden linguístico lógico, digamoslo en forma elegante. Mis días pasan entre una tesis que se me despeja aveces, otras se me complica, y cientos de piernas de colores corriendo tras un balón, ahí en la tele. He jugado a que soy bolivariana apoyando a Sudamérica. Otras tantas, he sido anti imperialista y por tanto qué Animal de compañía ni qué ocho cuartos. Otras soy antiracista y otras garota bailando con Ronaldinho.

Mi vida en pantunflas de amocoda, lo reconozco, y sí, aveces me apremian las ganas de hacer algo más que despotricar contra un Mundial de fútbol, aunque pese a lo que creía resulté no ser tan mala espectadora. Por estos días llueve a mares y derrepente me dan ganas de disfrutar más del Sur de Chile bello y asentarme cuál pionera en este lugar del mundo alejándome del apremio laboral y del sueño capitalino de que todo lo mejor está siempre, más al Norte. Me gusta estar acá y vaya que sí quiero quedarme, incluso hay días en que mi ánimo anda por las nubes, y hago uno que otro castillito en el aire con príncipe y princesa incluídos. Entonces,se ofrece Egresada de Periodismo en reposo, con algunas ideas buenas, otras definitivamente descartables, desechables e improbables. Me autodiagnostico Periodismo Estomacal Invasivo. ¿Quién lo leer mas?.